Tu mascota te habla, y eso solo lo sabe quienes tenemos la fortuna de tener una y conectar. En el caso de los perros es fácil de empatizar; son valientes, cariñosos, leales, etc. que nos dan lecciones cada día, enseñándonos una forma distinta de ver las cosas. Entre ellas, también sobre emprender.
A continuación, leerás 8 lecciones relacionadas con el emprendimiento que has aprendido de tu perro sin saberlo.
1. Puesta en valor de la Familia.
Todo emprendimiento, especialmente en sus primeras etapas de crecimiento, necesita tener elementos de familia: pasión, cariño, sacrificios por los demás, cuidado constante y especialmente mucho amor… todo; Esa implicación y entrega es una clave importante de éxito.
2. Solo mea lo que realmente quieras.
Huele todo lo que quieras, pero solo invierte tus recursos en lo que realmente es interesante para el éxito de tu empresa. El mear suficientes veces en los mismos árboles hace tuyo el territorio a la larga.
3. Toma agua a cada ocasión.
Nunca sabes cuándo vas a volver a encontrar recursos, así que cada vez que alguien te los ofrezca, o tu mismo tengas acceso a ellos, úsalos.
4. Come solo en horarios.
Solo hay algo que le hace más daño a un emprendedor que la falta de recursos… el exceso de ellos, sobre todo los económicos. Los problemas en una startup se resuelven antes que nada con grandes ideas, si el dinero está supliendo el coeficiente intelectual de los emprendedores algo está fallando.
5. Sal tres veces al día a pasear.
Estar encerrado en cuatro paredes, no es un modelo sustentable de vida, ni mucho menos de negocios. La magia ocurre allá afuera, saca tu mente a empaparte de vida cuando menos tres veces al día.
6. Quien manda.
Al igual que tu perro necesita que lo lideres, todo emprendimiento requiere de liderazgo y control las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año.
7. Solo muerde tus juguetes.
Roer un buen hueso es tarea de años no de días ni de horas. Domina cada uno de tus juguetes antes de pasar a lo siguiente.
8. Huele todo lo que te interese.
Sé curioso e inquisitivo y que es parte esencial de emprender. Tómate el tiempo para detenerte y oler cada árbol, pedazo de pasto o flor… nunca sabes donde va a estar la solución al problema que tienes, o la respuesta a aquella duda que te está impidiendo hacer lo que se necesita.