Según un estudio de Kaspersky Lab y Ponemon Institut, el 60% de las pymes que sufren un ataque informático desaparece en los seis meses siguientes
La digitalización es un proceso esencial para todas las empresas, este proceso que conlleva grandes beneficios no está exento de ciertos riesgos.
Uno de los peligros son los ciberataques, muchos de los autónomos pensarán que el objetivo principal de estos ciberdelincuentes son las grandes empresas, ya que al manejar éstas un mayor volumen de datos pueden obtener también mayores beneficios, pero nada más lejos de la realidad, según un estudio realizado por la empresa de seguridad informática Panda Security un 43% de los ataques se concentran en las pymes. Esta cifra escalofriante tiene una explicación: las pymes aunque suponen un saqueo menos, son más fáciles de llegar porque tienen escasas medidas de seguridad, lo que las convierte en objetivos accesibles.
Uno de los robos más frecuentes es el secuestro de información o denominado en términos informáticos ‘ransomware’, mediante ese asalto el pirata informático accede al servidor, cifra la información de la que dispone la empresa para finalmente extorsionar pidiendo una cantidad de dinero a cambio de la información.
Por desgracia esta táctica no es la única que utilizan los hackers, también bloquean la conexión a la red provocando no solo retrasos, si no la perdida de datos y la actualización de los pedidos que ya pudiera tener hechos el autónomo. Al introducirse en el sistema de la pyme pueden incurrir en la usurpación de la identidad del empresario y de esa forma obtener datos de los clientes y conocer qué es lo que le solicitan al comerciante.
A pesar de estos datos, son muchos los que aún no creen que puedan ser víctimas de este tipo de ataques, que suponen una media de 35.000 € en costes directos para las empresas que los sufren.
Se trata de concienciar a los empresarios autónomos, tienen que saber que la mitad de estos problemas tienen una solución práctica y sencilla, pues surgen del desconocimiento, de comportamientos inadecuados o simples descuidos. Hay cuatro recomendaciones clave:
- Tener instalado un antivirus actualizado y completo ante las nuevas formas de ‘malware’ que están en continuo desarrollo y creación.
- Separar las redes personales de los dispositivos ajenos al trabajo, como por ejemplo evitar el uso de USB traídos de casa y conectarlos al dispositivo del trabajo.
- Comprobar que las compras y pagos que realizan pos Internet provengan de páginas fiables y se adapten a procesos correctos de encriptación.
- Usar contraseñas alfanuméricas y largas, alternando mayúsculas, minúsculas y número. No hay que olvidar que es muy recomendable cambiarla cada año.
- Borrar los mensajes sospechosos de personas desconocidas. Los ciberpiratas envían mensajes de forma masiva con la esperanza de que pinchen en el enlace que infecta el ordenador con el virus.
Fuente: Suplemento Actualidad Económica (El Mundo)