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Cuentas para tu empresa


martes, noviembre 27, 2018

En el caso de muchos autónomos, que ejercen la actividad como persona física, ocurre que no separan las cuentas que corresponden al negocio con los movimientos bancarios derivados de la vida persona. Ciertamente no existe impedimento legal para que esto sea así, sin embargo es totalmente desaconsejable.

 

 

Emprendedor, si estás pensando en poner en marcha tu idea de negocio te recomendamos que abras una cuenta propia para tu negocio. No es recomendable tener la misma cuenta para la vida privada y profesional

En el caso de las asociaciones, Sociedades de Capital o entidades sin ánimo de lucro, no hay duda, estas deben tener, por que así lo dice la norma, una cuenta separada para llevar su tesorería y contabilidad. Las entradas y salidas deben corresponderse con los ingresos y gastos derivados de la actividad que se desarrolla exclusivamente; nunca se pueden cargar gastos privados de los socios o participes en la cuenta de la entidad.

La mayoría de este tipo de entidades, por Ley tienen que presentar el Impuesto sobre Sociedades, hecho que  obliga a llevar una contabilidad oficial en la que todas las partidas de la cuenta de bancos deben estar claramente identificadas. De ahí que sea conveniente no mezclar en una misma cuenta la actividad privada con la empresarial.

En el caso de muchos autónomos, que ejercen la actividad como persona física, ocurre que no separan las cuentas que corresponden al negocio con los movimientos bancarios derivados de la vida persona. Ciertamente no existe impedimento legal para que esto sea así, sin embargo es totalmente desaconsejable.

Las propias entidades bancarias suelen facilitar y fomentar la apertura de cuentas banacarias de empresa con condiciones ventajosas o beneficiosas a efectos de comisiones o de tarjetas de crédito o débito. Pero, aunque no fuera así, separar la actividad de nuestro negocio nos permite planificar mejor la tesorería y valorar nuestros recursos.

Aunque el autónomo no tiene una nómina propiamente dicha, lo más prudente es que se asigne una cantidad mensual a modo de salario. De este modo puede llevar la cuenta de lo que necesita y de lo que gasta. También podrá evaluar más fácilmente la rentabilidad de su negocio y controlar los vencimientos de facturas y las devoluciones. Sería un completo desbarajuste que en una misma cuenta entraran cargos de casa (hipoteca, suministros…) y de la actividad (facturas de proveedores).

Por otro lado, el tener una cuenta de empresa nos facilita el poder desgravar gastos y comisiones, mientras que si está todo mezclado, es muy difícil justificar qué gastos bancarios derivan de la actividad profesional y cuáles de la personal.

Aún cuando el autónomo no cuente con local de negocio y tenga pocos movimientos de tesorería, es aconsejable hacer esta separación que nos permitirá, por otro lado, controlarnos a nosotros mismos y evitar gastar un remanente en cuenta que podemos necesitar para afrontar pagos futuros.

Fuente: Anfix