El sistema en el que somos educados en España se fomenta y premia la individualidad. Por lo que difícilmente podemos competir contra las grandes agrupaciones o empresas que se mantienen en la cúspide de la cadena.
Mientras en las escuelas y universidades se nos enseña a ser los mejores en nuestro ámbito profesional y a especializarnos cada día más, las grandes corporaciones hacen convenios, crean programas de cooperación y realizan integraciones con otros grupos que compartan los mismos objetivos.
Esto nos da una idea de lo importante que es asociarse y trabajar en equipo para lograr fines comunes. Y aunque no es algo fácil en principio, es mucho más probable obtener mejores resultados del trabajo, el conocimiento y la experiencia de dos, tres o más miembros que los beneficios que se obtendrían del trabajo de una sola persona.
Entre las ventajas de asociarse con personas que comparten valores y principios para el bienestar de la organización podemos encontrar los siguientes:
- Conocimiento: El conocimiento, como te he mencionado en entradas anteriores, es uno de los recursos más valiosos que tiene una empresa. Y por muy polifacético que seas, o por muy autodidacta que logres llegar a ser, la experiencia que cada cual posee en su área es invaluable sobre todo al inicio de la empresa. El conocimiento de alguien con experiencia en administración, combinado con el conocimiento de alguien más con experiencia en ventas da como resultado una fuerza mucho mayor que la de cualquiera de estas dos personas por separado. Lo que se traduce en valor para la empresa y por ende mayores probabilidades de éxito en el corto y mediano plazo. Recuerda que aunque bien podrías contratar a alguien con los conocimientos que te faltan, es más probable que obtengas mejores resultados de un socio que de un colaborador.
- Tiempo: Uno de tus recursos limitados siempre será el tiempo. Por muchas ganas de trabajar que tengas, sólo tendrás 24 horas cada día para hacerlo. Al incluir uno o más socios en tu negocio, tendrás la oportunidad de multiplicar el tiempo disponible para resolver situaciones de la empresa y lograr objetivos tangibles. Esto aumentará tu productividad y la de tus socios, encargándose cada uno de las tareas en las que más capacitado esté y delegando las restantes. Al aumentar la disponibilidad de tiempo de personas que puedan tomar decisiones dentro de la empresa divide la carga del negocio y disminuye el estrés de los participantes en la toma de decisiones.
- Responsabilidades:Ser responsable de una parte del negocio te permitirá ser más objetivo, tomar decisiones más acertadas y concentrarte en esa sección del negocio de la cual eres responsable. No ocurre igual cuando debes ser responsable de todo lo que suceda dentro del negocio, donde tendrás que crear una lista de prioridades que no estarán precisamente en el orden en que deberían ser atendidas sino en el orden en el que te sientas más cómodo lidiando con ellas.
- Recursos económicos: Eel capital requerido para el negocio es, en términos generales, más fácil de conseguir entre dos o tres personas que si sólo fueras tú el único involucrado. Mayor capital inicial debería traducirse en mayor capital de trabajo, más materia prima o un inventario más adecuado para el funcionamiento del negocio. Esto se traduce en una mayor rentabilidad que estoy seguro que no te opondrás a compartir con tus socios si todo marcha bien.
Entre los inconvenientes de asociarte, habrá momentos de tensión entre los socios. Esos momentos, aunque incómodos, pueden ser tomados de forma positiva y mejorar el negocio fortaleciendo las carencias o debilidades del mismo o pueden ser tomados de mala manera y terminar de forma estrepitosa con la camaradería que debiera existir entre los socios.
- Compartan tus metas: Si tu sueño es producir alimentos orgánicos libres de pesticidas y con un alto valor nutritivo. Asociarte con un productor de alimentos que confíe su producción a pesticidas sería un error bastante grave que pudiste prever con sólo evaluar tus metas y las suyas.
- Estén dispuestos a trabajar: En los negocios y principalmente durante los primeros años, es sumamente importante la participación de los dueños en el día a día de la empresa. Si te asocias con alguien que está dispuesto a poner la misma tarifa de esfuerzo y sacrificio que tú, seguramente ambos se sentirán cómodos y trabajarán mancomunadamente para lograr sus objetivos. Si no es así, una de las ruedas comenzará a desgastarse más rápido.
- Tenga valores similares a los tuyos: En cualquiera relación comercial, es importante mantener una ética y una serie de valores que con el tiempo van transmitiéndose al personal. Estos valores deben ser predicados y practicados por todos los socios de la empresa. Porque si uno de ellos falta a ese código de valores, la organización completa se verá afectada de manera negativa.
- Sepa negociar los desacuerdos: Un desacuerdo es necesario sentarse, dialogar y encontrar alternativas que te permitan seguir adelante sin hacer daño a la relación existente. Negociar acuerdos es muestra de madurez. Reconocer que aunque tu punto de vista puede ser bueno desde tu perspectiva, tu socio también puede tener razón en sus argumentos y viceversa. Mantén la diplomacia, sé objetivo pero no obstinado. Resalta los puntos fuertes de tu socio primero y luego ofrece los tuyos sin querer imponerte.