¿Cuáles son los rasgos, habilidades y características que, por lo general, se observan en esas personas que llevan sus iniciativas adelante?
Hay emprendedores que parecen que han nacido para ello, que tienen un carisma especial y que les caracteriza. Según la experta en Coaching y Programación Neuro-Ligüística, Maite Nicuesa, las características más significativas que representan a estas personas son:
El riesgo que supone emprender solo puede minimizarse a través de la capacidad proactiva de cada persona, es decir de quien es generador de su propio desarrollo personal. El emprendedor toma decisiones desde el principio: elige una idea y busca los medios para llevarla a cabo.
- Creatividad frente a la rutina
Emprender permite romper con la rutina de un trabajo monótono, gracias a la evolución constante en el mercado, la individualidad de los clientes y la flexibilidad de tiempo.
Los emprendedores con autoestima alta son aquellos que observan su propia capacidad, más allá de las dificultades del entorno. Creen en su visión y cumplen con su misión. Es difícil montar un negocio y que el resultado sea exitoso con una baja autoestima.
Le interesa lo práctico y lo útil pues convive con una constante toma de decisiones. El emprendedor debe concretar los objetivos para buscar el modo de llevarlos a la práctica. Es una persona resolutiva con gran capacidad de gestión, organización, planificación y síntesis.
El emprendimiento supone un compromiso que es está relacionado con el propio éxito del proyecto. Es decir, sin esa actitud, es imposible que esa idea inicial crezca y evolucione porque el trabajo tarda en dar sus frutos.