Si el proceso de búsqueda de empleo es largo y poco efectivo, te proponemos que evalúes la posibilidad de crear tu propio puesto de trabajo, tu empleo. Para ello, te recomendamos responder a las siguientes tres preguntas: ¿En qué eres bueno/a?, ¿Hay personas o empresas dispuestas a pagarlo?, ¿Dispones de competencias para relacionarte y vender?
Quizás sea oportuno valorar la posibilidad de crear tu propia empresa, quizás solo para crear tu propio puesto de trabajo. En este caso hay tres preguntas claves que debes sopesar y responder.
- ¿Qué se te da bien?Es decir, qué actividad realizas de manera fácil, cómoda, te sientes cómodo/a al hacerla y otras personas valoran y destacan tu habilidad. Algunas veces podemos estar hablando de un oficio, pero también se puede tratar de una actividad transversal o incluso una habilidad o competencia muy concreta. Se nos puede dar bien la venta de productos a personas, o la atención a clientes, pero a lo mejor se nos da bien gestionar las quejas, o gestionar papeles y documentación, o hablar en público, o muchas más cosas. Incluso hobbies como correr, practicar algún deporte, coleccionar objetos, … Pero si se trata de crear nuestro puesto de trabajo es necesario que además de hacerlo bien, nos guste hacerlo porque deberemos dedicarle muchas horas.
- ¿Hay alguien dispuesto a pagarlo? Porque no se trata de hacer lo que nos gusta o lo que hacemos bien, sino de hacer aquello que alguien está dispuesto a pagar por ello, ya sea un particular o una empresa. Se trata de ponerse en la piel de quién se supone lo deberá pagar para averiguar si es posible que haya un mercado, una demanda para aquello que vamos a ofrecer. Muchas veces esa demanda existe ya en nuestro entorno profesional y personal más cercano, pero algunas veces debemos explorar otras opciones más alejadas de nuestra red de contactos.
- ¿Te sabrás vender y relacionarte? Porque además de hacerlo bien y de que alguien lo remunere, deberás ser tu propio comercial, relacionarte con muchas personas, proponer, presupuestar, negociar, acordar, etc. Una labor intensa y continua en la que tú mismo serás el principal activo de tu venta.
Una vez superadas estas tres preguntas con resultado positivo, valdrá la pena trabajar creativamente tu idea de negocio. No te olvides de las múltiples opciones que tienes:
- Observarlo que pasa en tu entorno.
- Copiarlas iniciativas que encuentres más atractivas.
- Mejorarlo observado.
- Preguntara tus potenciales clientes.