Cualquier negocio que quiera garantizarse un futuro necesita de una estrategia online en Internet. Pero tan importante es el diseño de esta estrategia como darse cuenta en tiempo y forma de que algo va mal o no funciona como debería.
Darse cuenta de que hay errores y llevar a cabo los cambios oportunos que permitan optimizar los resultados es muy importante, para no gastar recursos de forma innecesaria. Estos son los síntomas básicos de que algo no va bien.
Sin tráfico nuevo
En cualquier estrategia online, la interacción con las audiencias es vital para obtener resultados favorables.
De nada sirve tener un perfil en redes sociales o una página web si el número de visitas no se incrementa o renueva.
Para remediarlo, hay que procurar conseguir tráfico mediante SEO, mail marketing, redes sociales o campañas Adwords.
No apareces ni te encuentran en los buscadores
Ante la cantidad de información a la que están expuestos los consumidores, una acción habitual entre los mismos es buscar aquello que les interesa -en la mayoría de los casos- no por el nombre de la marca o producto, sino por un término genérico que representa a la categoría (lo que comúnmente se conoce como “googlear”).
Teniendo esto en consideración, resulta importante contar con presencia en los buscadores online a través de palabras o frases con las que la marca se relaciona, para aparecer de manera orgánica en dichas búsquedas.
Si no sucede, la recomendación es evaluar la estrategia SEO y SEM con la que se está trabajando.
Nadie te contesta
Una de las virtudes más valoradas de los medios digitales son las oportunidades que otorgan para mantener un diálogo con el público objetivo, con la intención de optimizar las estrategias para solucionar las necesidades de los consumidores.
Cuando no hay una retroalimentación por parte de la audiencia -sin importar si la respuesta es positiva o negativa-, quiere decir que la estrategia de comunicación no motiva y, por tanto, la marca no está conectado con el target o público objetivo.
Por eso, conviene hacer un autoanálisis y plantearse algunas cuestiones, como el número de actualizaciones por semana (mínimo dos veces), si hay demasiada improvisación a la hora de escribir en las redes sociales o demasiada automatización de contenidos, si no hay retornos ni likes, si es un monólogo o son pocos los seguidores.