La innovación supone nuevas oportunidades
Un proceso de innovación requiere entender, proponer y materializar. Aunque parezca muy obvio, estamos hablando de algo que va mucho más allá de una simple lluvia de ideas. Se trata de idear soluciones adaptadas a las necesidades detectadas y luego materializarlas en productos, servicios o experiencias.
Entender consiste en empatizar con las necesidades y deseos de los clientes, conocer la situación y las tendencias del mercado, identificar la competencia y sus estrategias… Y para esto, la empresa tiene (o debería tener) a mano dos tipos de información: la que procede de su historial, datos, redes sociales, etc. y la que obtiene mediante estudios (cualitativos y cuantitativos) y análisis que captan información precisa y complementaria a la anterior. Una vez que tenemos esta valiosa información, hay que analizarla para priorizar con qué problemas y retos encontrados vamos a trabajar. Consiste en una valorización y selección de retos basada en el impacto, la inversión, la complejidad y los objetivos de la empresa.
Proponer es idear soluciones y mejoras que resuelvan las hipótesis creadas. Consta de una fase divergente y otra convergente.
En la divergente se generan propuestas con la máxima libertad posible, sin restricciones ni bloqueos debidos a cuestiones financieras, logísticas, etc. Es importante hacerlo así porque ayuda a la creatividad y además una idea que en principio no es viable, puede adaptarse a la realidad modificándola o incluso puede inspirar otra idea más interesante.
Dentro de la convergente ya ponemos los pies sobre la tierra, es decir, evaluamos las propuestas, seleccionamos las más viables y potenciales y finalmente se diseña y desarrolla un prototipo.
Materializar es convertir el prototipo desarrollado en una solución final y optimizada. Después de varias iteraciones de mejora y comprobar que el producto, servicio o experiencia tienen el nivel deseado, es hora de “hacerlo oficial”, invertir en una implantación de mayor escala que aporte todo lo necesario para su venta y funcionamiento.
Fuente: Plan Magazine