Si tiene deudas contigo, el problema repercute directamente en tus arcas; si no es el caso -al menos todavía- pero te has enterado de que tiene problemas para pagar, la incertidumbre te hará desconfiar de cada explicación o excusa que te dé y los pensamientos negativos serán una constante en vuestra relación comercial: Si deja de pagarme, ¿qué pasará? ¿Podré pagar mis facturas? ¿Y a mis empleados?
Para evitar sentir ese miedo al “qué pasará con mi compañía cuando no me pague”, lo más recomendable es informarse y estar preparado ante una eventual mala noticia. Para ello es necesario estar siempre al tanto de lo que ocurre a tu alrededor y que, venga lo que venga, tengas un plan para enfrentarlo.
Si tienes un cliente moroso será mejor saberlo cuanto antes para poder buscar otros potenciales compradores a los que ofrecer tus servicios y evitar problemas. Y es que, aunque en esta ocasión el cliente tenga liquidez para pagarte, es posible que a medio plazo las dificultades sean mayores o se vea forzado a cesar su actividad. Son muchas las entidades, sobre todo financieras, que investigan si una empresa está en alguna de las listas de morosos existentes antes de tomar la decisión de, por ejemplo, extenderle un crédito. Entre estos listados, se encuentran el RAI (Registro de Acciones Impagadas) o el EBE (Experian Bureau Empresarial), un fichero que contiene información de morosidad bancaria y multisectorial creado por Experian. ¿Qué información puedo obtener del RAI? Cuando tienes la sospecha de que uno de tus clientes puede ser moroso, lo primero que debes hacer es consultar algún fichero de morosos, como por ejemplo el RAI. Este es uno de los listados de morosos más importantes de España y contiene información sobre cualquier persona jurídica que tenga impagos mayores de 300 euros durante más de 90 días. La consulta del RAI puede hacerse a través de servicios online como los de Informa.
Para ello solo necesitarás buscar el nombre completo de la sociedad de tu cliente para acceder a un informe que incluya datos sobre su capacidad de pagos. Estos documentos te permitirán conocer sus efectos impagados, detallando la fecha y el importe total. De esta forma, no solo sabrás si tu cliente es moroso, sino en qué concepto y en qué cantidad, información que te permitirá evaluar por ti mismo la gravedad de sus impagos.
Una vez sepas que uno de tus compradores es moroso, es en el momento de tomar una decisión clave: ¿debo mantenerlo como cliente? Dependiendo de la importancia de éste para tus ingresos, es posible que debas investigar en profundidad para valorar si mantenerlo en tu cartera de clientes podría poner en peligro el futuro de tu negocio. De hecho, a través de estos servicios también puedes acceder a información complementaria a la del RAI (Registro de Acciones Impagadas) que te dará algunas claves a tener en cuenta. De este modo, al consultar, por ejemplo, un informe patrimonial, podrás tener una visión general de la situación comercial y financiera, pero también información sobre el estado sobre los bienes inmuebles de la entidad, elemento que será de gran utilidad para saber si tu cliente ha tenido que vender parte de su patrimonio para saldar algunas de sus deudas.
Una vez conozcas la situación del cliente podrás decidir si es preferible dejar de hacer negocios con él, si continuarás como siempre pero activarás una acción de marketing para captar nuevos compradores y evitar problemas en caso de que no pueda pagarte, o si seguirás como hasta ahora… Sea cual sea tu decisión, cuando dudas si uno de tus clientes es moroso, hacerte con toda la información posible sobre él te ayudará a despejar todas las incógnitas.
Fuente: Empresa actual