Que las crisis constituyen oportunidades es algo que todo emprendedor ha escuchado alguna vez y que en estos momentos cobra una importancia especial. Es una realidad que algunas empresas y sectores salen fortalecidos de coyunturas económicas difíciles, como ocurrió en 2008 con el comercio electrónico y el desarrollo de apps.
Se dice que todo empresario de éxito ha sido capaz de superar por lo menos una crisis a lo largo su trayectoria. Dado que los emprendedores van a tener que afrontar dificultades en los tiempos que vienen, lo mejor es prepararse para encarar el desafío de la mejor manera posible.
Reconocer la situación presente es el primer paso ineludible y, a partir de ahí, es necesario dejar el miedo a un lado y adoptar la mentalidad adecuada. Después toca analizar y establecer un plan estratégico para finalmente comenzar a actuar.
“Planificar acciones en tiempos de incertidumbre es complicado”, admite la formadora y asesora en desarrollo de negocios Judit Catalá, para quien la predisposición ante este tipo de trances es fundamental. “Da igual si ahora ha caído tu facturación, si estás acumulando stock o si no estás vendiendo nada, en realidad todo empieza en la mentalidad, hay que pasar de una pesimista a una de acción”, alienta la experta.
Mentalidad
El primer paso para que los negocios sobrevivan e incluso puedan salir fortalecidos de la coyuntura económica es “evitar enfocarse en pensamientos negativos y catastróficos y tratar de ver las oportunidades”, recomienda Catalá. Para ello, no cabe quedarse de brazos cruzados y esperar a que pase la tempestad sino que “hoy mismo debes empezar a buscar tu oportunidad”.
Diversificar
Es posible que el modelo de negocio deje de funcionar, con o sin crisis, como también lo es que salga reforzado de ella y en el futuro sobrepase las propias expectativas. Propiciar un desarrollo positivo pasa indefectiblemente por hacer cosas nuevas o, si se hace lo mismo, que sea de forma diferente. “En definitiva, se trata de no aferrarse a lo que tenías antes, todo está cambiando a una velocidad enorme y hay que evolucionar hacia nuevos modelos de negocio acordes con los tiempos que nos van a tocar vivir”, avanza la especialista.
“Tienes que dedicar tiempo a prever hasta el peor de los escenarios”, advierte la experta
Recursos
Contabilizar los recursos disponibles en este momento forma parte del abecé de todo viraje empresarial: qué tengo, de cuánto dinero dispongo, cuáles son mis posibilidades para obtener un crédito, qué ayudas que está dando la Administración, etcétera. Con los números cuadrados queda establecida la base sobre la que trabajar a continuación.
Visión
Retirar la mirada de lo inmediato y ponerla en el futuro también ayuda a evitar el descalabro. El cortoplacismo no es válido. Para Catalá lo recomendable es “pensar en el medio y largo plazo y actuar ahora, porque si tienes clara tu visión y tu misión, aunque cometas algunas equivocaciones, te estarás acercando a ello”.
Flexibilidad
Para saber cuál es el primer primer paso a dar, la experta recomienda planificar con antelación todas las situaciones que puedan darse, estableciendo planes de acción adaptados a cada una de ellas. “Yo he creado ya mis planes a, b, c, d y e. Empiezo por el a, el menos ‘drástico’, si no funciona paso al b, y así sucesivamente. Tienes que dedicar un tiempo a prever hasta el peor de los escenarios”, subraya.
Para la experta, el mayor problema se encuentra en que, aunque las circunstancias cambian, muchos siguen haciendo lo mismo y se olvidan incluso de la búsqueda activa de clientes “por miedo y por no salir de la zona de confort”. Pero la captación de clientes va a ser a partir de ahora el gran objetivo porque “la sequía ya está aquí”.
Ante cada crisis que afronta el emprendedor, existe una oportunidad de crecer y un riesgo de desaparecer. “La diferencia entre un resultado y el otro está en la estrategia que se implementa y en cómo se adapta el negocio a las nuevas circunstancias”, insiste Catalá.